18 de Diciembre de 2011
Calmas que preceden a
tempestades. Pausas que preceden a grandes acontecimientos. Todo es
una sucesión de preludios que a su vez son la antesala a otro
preludio. Un círculo vicioso sin aparente fin.
Soy el prisionero engañado
que escapa de la caverna, no conforme con la ilusión que las sombras
me muestran. Quiero alcanzar a ver la luz, a ver la verdad. Lo que en
ocasiones parece claro, no siempre lo es. Lo seguro puede ser
inseguro. ¿Qué es verdad?, ¿qué no es mentira? Preguntas que
parecen no encontrar respuesta, dando lugar a la desesperación.
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