26 de Noviembre de 2011
Hace
no mucho reflexioné con una canción que hacía hincapié en los
matices de la vida: ¡qué desapercibidos pasan!, ¡cuán importantes
son! Que cada momento tiene un matiz es indudable. Apreciarlos es un
arte tan noble como la oratoria. Sin matices, ¿qué es la vida sino
una línea recta con múltiples desvíos?
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