6 de Mayo de 2011
En esta fría habitación, con
un café caliente, un cigarro a punto de encender, las cortinas
echadas y mi piano, iré atrás en el tiempo. Con el desliz de mis
dedos tocando cada una de las teclas del piano conseguí
conquistarte, robarte el corazón y una pequeña sonrisa. Ahora ya
no estás, pero tu aroma sigue impregnado en tu ropa, y antes de
sumergirme en sueños que regresan a aquellos tiempos en los que tu
sonrisa era tangible, acaricio las prendas que un día tuvieron el
placer de ser parte de tu piel.
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