lunes, 11 de julio de 2016

OBSERVACIÓN PRODIGIOSA

30 de Enero de 2011



El viento frío del invierno azota en la cara mientras las piernas gritan de dolor y cansancio cuando el ciclista se dirige a su destino, atravesando un carril lleno de barro y con muchos baches. Quizá el ciclista haya escogido el camino menos adecuado para llegar antes a su destino porque quería desviarse a observar las maravillas de la naturaleza, los pequeños detalles en los que yendo en coche o en tren no puedes fijarte. La belleza de un olivo, una flor que desafía al frío o pequeños charcos que embarran el camino son suficiente motivo para robar importancia al tiempo y pararse a contemplar tan grandes prodigios divinos.

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