13 de Agosto de 2010
La
necesidad de perdonar es posiblemente lo que más cuesta poner en
práctica al recordar el sufrimiento causado. Perdonar no implica
justificar lo injustificable, sino impedir la metástasis del
sentimiento negativo que brota de la no reconciliación. El perdón
es una actitud de adaptación a una situación adversa sin caer en el
resentimiento. El perdón nos reconcilia y nos libera del peso del
rencor.
¿Te gustaría borrar con una goma todo lo sucedido y empezar de nuevo? En algunos casos sí querrás, pero en otros no. Yo me alegro de todos y cada uno de mis errores, porque han sido fértiles, porque de ellos ha brotado la experiencia. Sin embargo nunca me he llegado a reconciliar del todo con el pasado. ¿Por qué los recuerdos son armas de doble filo o el enemigo de tu enemigo a veces es tu amigo?
Sin confianza no hay traición.
¿Te gustaría borrar con una goma todo lo sucedido y empezar de nuevo? En algunos casos sí querrás, pero en otros no. Yo me alegro de todos y cada uno de mis errores, porque han sido fértiles, porque de ellos ha brotado la experiencia. Sin embargo nunca me he llegado a reconciliar del todo con el pasado. ¿Por qué los recuerdos son armas de doble filo o el enemigo de tu enemigo a veces es tu amigo?
Sin confianza no hay traición.
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